La clasificación del entorno de los refugios de Respomuso, Bachimaña y Casa de Piedra es la segunda aportación con esta herramienta de prevención de accidentes
La del Aneto se presentó hace un año y superó las 7.000 visualizaciones. Ambas se pueden consultar y descargar desde montanasegura.com
Los responsables de Montaña Segura -campaña fruto de la colaboración entre Gobierno de Aragón, Aramón y la Federación Aragonesa de Montañismo- han presentado una nueva zona cartografiada en el Pirineo aragonés conforme a su exposición a aludes que abarca los macizos de Infiernos y Balaitús.
Cartografía ATES, (Avalanche Terrain Exposure Scale), es una escala para medir la exposición a los aludes que tiene un terreno determinado.
montaña segura
Esta cartografía ATES, que comprende el entorno de los refugios de Respomuso, Bachimana y Casa de Piedra, supone un nuevo avance en la prevención de accidentes en la montaña.
Es una herramienta para la correcta valoración del grado de peligro y gestión del riesgo en la montaña nevada que clasifica el terreno en función de su grado de exposición a los aludes.
Desarrollada por Cam Cambell en Canadá en el año 2010, esta herramienta complementa al Boletín de Peligro de Aludes-BPA que de manera diaria emiten las agencias pertinentes, en este caso AEMET
La metodología de ATES da como resultado una cartografía, un mapa, de clasificación del terreno de aludes. Con este mapa en una mano y el BPA del día en la otra, el montañero invernal deberá elegir qué ruta es la que mejor se ajusta a la estabilidad del manto nivoso y a su propia experiencia y la del grupo en montaña invernal. La consulta ayuda al montañero invernal en la toma de decisiones, permitiéndole elegir actividades y recorridos que eviten las zonas de mayor peligro.
La cartografía ATES en los macizos de Infiernos y Balaitús ha sido presentada en el Centro de Emergencias 112 SOS Aragón por la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, la gerente de la Federación Aragonesa de Montañismo, Carmen Maldonado, y el jefe del servicio de Seguridad y Protección Civil, Miguel Ángel Clavero. Se trata de la segunda aportación de la campaña Montaña Segura en este ámbito tras la presentación en enero de 2018 de la cartografía ATES en el macizo del Aneto.
Esta herramienta de ayuda a la toma de decisiones para prevenir accidentes de montaña está dirigida a cualquier usuario que quiera visitar las montañas del Pirineo aragonés en periodo de aludes y que se enmarca en la apuesta del Gobierno aragonés por el turismo de calidad.
La cartografía del Aneto presentada hace un año, concretamente del entorno del refugio de La Renclusa y Cap de Llauset.
La cartografía de los macizos de Infiernos y Balaitús abarca una superficie de 9.133 hectáreas, de las que el 53% del terreno es complejo según la clasificación ATES, el 38% exigente y sólo el 9% simple.
La cartografía ATES para los macizo de Infiernos y Balaitús ha sido elaborada en el año 2018 y se presenta a través de la página web MONTAÑA SEGURA en formato imagen y vectorial para su consulta y descarga.
Cubre las zonas donde habitualmente se practica montaña invernal desde o hasta los refugios de Casa de Piedra, Bachimaña y Respomuso (este último cerrado desde el 15 de diciembre al 5 de marzo): valles de Arriel, Respomuso, Campo Plano, Llena Cantal, Infiernos, Gramatuero, Labaza, Brazato, Arnales y Argualas y picos de Arriel, Balaitús, La Facha, Infiernos y Garmonegro.
Además, en los tres refugios citados tiene un panel expuesto al público en temporada invernal donde también se explica qué es ATES y se muestra la cartografía de la zona .
ATES es una herramienta de gran utilidad para cualquier persona que se dirija a realizar una actividad en un medio de montaña con nieve, fuera del entorno de las estaciones de esquí y pistas balizadas. Raquetas, paseos en nieve, esquí de montaña… todos ellos entran en terreno de aludes.
ATES es una herramienta de planificación, no de navegación, y actúa como complemento al Boletín de Peligro de Aludes (BPA).
El Boletín de Peligro de Aludes (BPA) es emitido diariamente por la AEMET y clasifica la estabilidad del manto nivoso en 5 grados, desde peligro débil a peligro muy fuerte, según la escala
ATES clasifica el terreno en tres categorías según su grado de exposición a los aludes: simple, exigente o complejo.
Clase 1 – Terreno Simple (verde): Exposición a pendientes poco empinadas y terreno forestal. Algunos claros en el bosque pueden implicar zonas de llegada de aludes poco frecuentes. Muchas opciones para reducir o eliminar la exposición.
Clase 2 – Terreno Exigente (azul): Exposición a zonas de trayecto de aludes bien definidos, a zonas de salida o trampas. Hay opciones para reducir o eliminar la exposición escogiendo las rutas con cuidado.
Clase 3 – Terreno Complejo (rojo): Exposición a zonas de trayecto de aludes múltiples y superpuestas o grandes extensiones de terreno abierto y pendiente. Zonas de inicio de aludes múltiples y con trampas abajo. Mínimas opciones de reducir la exposición.
Ambas herramientas (BPA y ATES) confluyen en el Evaluador, que es una herramienta complementaria a la Escala de Clasificación de Terreno de Aludes o herramienta ATES y que debe utilizarse durante la planificación de la actividad y el mismo día de la salida. La finalidad de la Evaluador es definir el grado de peligro asumido por el montañero en las actividades que se propone hacer.
Según el Evaluador, la confluencia de BPA y ATES estará en alguna de estas tres zonas:
las condiciones son adecuadas para circular por terreno de aludes y los accidentes son generalmente infrecuentes. Hay que tener precaución, saber reconocer el peligro y tener las habilidades de circulación con seguridad y de rescate. En esta situación, incluso en días de grado de peligro BPA sea 4-Fuerte es posible encontrar terreno seguro donde hacer actividad, típicamente terreno simple, de pendiente poco pronunciada y no conectado directamente a vertientes inclinadas.
Precaución extra en esa zona. Las avalanchas son posibles por causas humanas o naturales, y los accidentes son frecuentes. Se requiere un nivel avanzado de comprensión del peligro de aludes existente.
La circulación por la montaña se desaconseja sin conocimientos de nivel profesional o experto en nieve y aludes. Condiciones preparadas para que haya accidentes por aludes.
Una correcta valoración del BPA y el mapa ATES permite reducir el grado de exposición del montañero invernal, siempre que éste adapte la elección de la ruta (en relación a la clasificación ATES del terreno) al BPA del momento de la salida y a la experiencia y formación del grupo.
Prioridad por concentración de montañeros
El uso de ATES como una herramienta cuyo uso por el montañero invernal mejora su toma de decisiones y, por lo tanto, puede evitar la asunción de riesgos excesivos o no controlados.
Es recomendable saber interpretar estos datos correctamente, sin embargo el montañero debe tener una formación previa para complementar esta herramienta con su conocimientos adquiridos.
Sin embargo, no se debe olvidar que estas herramientas son sólo complementos a una formación previa imprescindible que todo montañero debe tener para la práctica de actividades en montaña invernal, formación que puede realizarse de la mano de los clubes o los guías de montaña.
Y algo muy importante es que han de llevar y saber utilizar el material necesario, particularmente :
La sonda, es una vara plegable que ayuda a localizar con mayor precisión la profundidad a la que se encuentra una víctima de un alud, La pala para mover la mayor cantidad de nieve en el menor tiempo posible,
El ARVA (del francés Appareil de Recherche de Victimes d´Avalanches), dispositivo de búsqueda de víctimas de avalanchas con un emisor que lleva el montañero, cuya señal supera la capa de nieve en caso de ser sepultado y pueden captar con precisión los receptores de compañeros o de equipos de rescate, facilitando así una actuación rápida para salvar la vida del accidentado.