Vaciar todos los bolsillos y compartimentos, sacudiendo la misma de restos de tierra, suciedad, etc
Para lavar nuestra mochila, lo haremos a mano, por lo que necesitaremos un cepillo suave y detergente neutro, evitaremos lavar en lavadora ya que esta deteriora los tejidos de la mochila a causa de los roces.
En una bañera o recipiente grande, pondremos a remojo la mochila con agua tibia y detergente neutro para la ropa.
A continuación cepillaremos de forma suave la superficie de la mochila para eliminar la suciedad de las partes que damos más uso como cremalleras, correas y espalda.
Seguidamente procederemos al enjuague para eliminar el jabón.
¡Ya la tenemos limpia!
Para el secado de la mochila debemos colgarla y si es posible boca abajo en un lugar bien ventilado lejos de fuentes de calor; las mochilas absorben mucha agua por lo que si no tenemos un balcón o patio sombreado, tendremos que escurrirla bien antes de tenderla incluso colocar un recipiente debajo para recoger el agua.
Con estos sencillos consejos lucirás tu mochila limpia
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