El Sendero del Mediterráneo GR-92, es el trazado ibérico por excelencia, pero cuenta con una vocación continental aunque menos conocido que su compañero el GR-7; encontraremos rincones que sólo pueden ser vistos por los montañeros que tienen el privilegio de realizar el trazado.
En esta ocasión te proponemos el tramo que discurre entre la Playa del Portús, en Cartagena y la playa de la Azohía, en Mazarrón.
Época de año recomendada: Otoño-Invierno – Primavera , No se recomienda en verano, aunque puede hacerse nocturna con luna llena.
Tipo de ruta: Lineal, necesario combinación de coches.
Opciones de Ruta: Cueva de Neptuno y Vivac
– Ropa adecuada a la climatología.
– Comida.
– Gorro, Protector solar y Gafas de Sol
Opción Vivac y Cueva:
– Saco de Dormir, dependiendo de las condiciones climatológicas escogeremos un saco 3 estaciones o de verano. En esta zona las temperaturas son suaves. La temperatura media en invierno es de 10,5ºC
Descenso de la cueva:
– Arnés.
– Casco.
Para la realización de esta ruta, como hemos comentado anteriormente, debemos realizarla con combinación de vehículos al tratarse de una ruta lineal.
Nos desplazamos a la pedanía del Portús, en Cartagena, que es el punto de inicio de nuestro recorrido. En este lugar iremos con vehículos suficientes para la combinación.
Dejamos a los compañeros y con dos vehículos que se desplazaran al punto de finalización de la ruta que es en la Azohía, en Mazarrón. Tras dejar un vehículo, volvemos al punto de inicio para reagruparnos con nuestros compañeros.
Ya todos preparados con todo el material necesario, en la playa del Portús nos hacemos la foto de grupo y empezamos a caminar dirección sur siguiendo las marcas de GR, están marcadas en color Blanca y Roja.
Durante el recorrido vamos contemplando el impresionante paisaje de todas las calas y acantilados de la costa murciana, por un trazado sinuoso y agreste .
Cuando nos aproximamos a una fuerte pendiente ascendente, km 4 del recorrido, una vez coronado el collado de la Aguja contemplamos la cala Aguilar.
Tras una breve pausa y tomar alguna fotografía, bajamos hasta ella y, si el clima es bueno, nos podemos dar un gratificante baño para refrescarnos.
En este punto se encuentra la cueva de neptuno, la cual podremos visitar en el caso de llevar todo el material necesario para descender.
Para acceder a la cueva tenemos que equipar un pasamanos recuperable y un rappel de aproximadamente 8 metros hasta bajar a la parte alta de la cueva.
Una vez en este punto nos adentramos con cuidado a la parte interior y encontramos un lugar impresionante que es parte de un sifón que entra desde el mar.
Una vez hemos contemplado la cueva, ascendemos por la misma instalación, y continuamos nuestro camino hacia la cala bolete grande, lugar para vivaquear en un lugar idilico.
Tras el reconfortante descanso y el desayuno, en primera linea de playa, reanudamos la marcha siguiendo las marcas de GR direccion sur que nos llevara a la proxima parada, el cabo Tiñoso.
En esta zona de la ruta debemos hacer una parada turistica obligada para visitar la batería de castillitos, situada en el cabo Tiñoso, en el término de Cartagena, cerca de La Azohía y a 250 metros sobre nivel del mar.
Esta infrestructura fue construida y artillada entre 1933 y 1936 según como se proyectó en el año 1926, durante el programa de dotación de un cinturón defensivo a la estratégica plaza de Cartagena por la dictadura de Primo de Rivera. Castillitos fue dotada con dos cañones de costa de la empresa británica Vickers-Armstrongs, del modelo 38,1/45 cm (quince pulgadas). Estas piezas tenían la potencia suficiente como para disparar un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros.
La bautizaron como Castillitos porque su entrada es como un castillo, con mucha torrecilla y almenilla, pero esa portada medieval camufla lo que se encuentra detras, impresionan sus octogenarios cañones con sus tubos de casi 18 metros.
Impresiona el laberinto que forman las distintas dependencias (para cada cañón, una sala de máquinas, una chillera, un depósito de pólvora, una cámara de carga y un almacén de repuestos), semienterradas y mimetizadas con el terreno, imitando las texturas de la roca.
Su labor era proteger la entrada a la bahía de Cartagena junto a su gemela, la Batería de Cenizas sita en el cabo Negrete, en un fuego cruzado que impidiese la entrada de elementos hostiles. Durante la Guerra Civil Española realizó una descarga contra la flota del bando sublevado en abril de 1937, si bien la presencia de las fortificaciones que rodeaban la ciudad bastó para amedrentar a las naves rebeldes.
Terminada la contienda, en 1942 se le añadió una nueva dirección de tiro y se estudió apoyarla con telémetros y grafómetros colocados estratégicamente, si bien finalmente se desistió. Permaneció en servicio hasta 1994, la batería se vio abandonada y víctima de un progresivo deterioro, con sus cañones inutilizados, hasta que en 2009 el Ministerio de Medio Ambiente decidió hacer una inversión con la que se restauró la fortificación y se hizo visitable.
Fuente: Guia Repsol
Tras una pausa en rl que hemos visitado todas las galerias interiores del recinto, comenzamos otro tramo tras abandonar la carretera de acceso a la fortificacion por la izquierda por un sendero que nos llevará de nuevo al nivel del mar, esta vez a la cala Cerrada, un descanso obligado para darnos un cahpuzón en el mediterraneo para coger fuerzas para completar el tramo final.
Este ultimo trazado nos llevara a unica torre defensiva que se conserva en buen estado, se trata de la Torre de santa Elena.
La torre defensiva de Santa Elena se encuentra situada en el extremo oriental de las costas de La Azohía, en la Punta de La Azohía, al pie del cabezo de La Panadera, a unos 70 metros de altitud. Es la única torre de costa que aún queda en pie en Cartagena. Fuente: Portal de cartagena
En este punto comenzamos el descenso a la zona de la Azohia donde hemos dejado el coche que llevará a los conductores a recoger los otros coches, para realizar una merecida comida en algún establecimiento de la zona.
Una ruta que recordaras siempre ya que es un espectáculo para nuestros ojos y te sorprenderán cada uno de los rincones que iras descubriendo a cada paso.
¡Porque nos gusta la montaña igual que a ti!